21 de nov. de 2009

La Usurpación de Malvinas

La usurpación inglesa de las Malvinas: un acto pirático.

El gobierno de Balcarce nombró comandante civil y militar interino de las Malvinas (en reemplazo de Vernet) al sargento mayor José Francisco Mestivier. Igualmente se aprestó a la goleta Sarandí, al mando de José María Pínedo con cincuenta soldados. Ambos jefes iban provistos de precisas instrucciones tendientes a la organización civil, comercial y militar de las islas.

El 23 de setiembre de 1832, partió la Sarandí y quince días después estaba en Puerto Soledad.

Pero otros incidentes esperaban a los habitantes de las islas. El 30 de noviembre el gobernador Mestivier debió hacer frente a una sublevación interna que le costó la vida. Fueron momentos de confusión y terror a los que puso fin Pinedo, encarcelando a los cabecillas.

No se habían apagado aún los ecos de este hecho, cuando un barco inglés hacía su entrada en el puerto: era la fragata Clío. “La inacabable discusión de la soberanía sobre el archipiélago —dice Caíllet Bois— llegaba a su punto final. La fuerza iba a dominar el derecho”.

La fragata de bandera inglesa Clio, comandada por el capitán John James Onslow, hizo su aparición en las islas el 20 de diciembre de 1832, y después de incursionar por las inmediaciones de Puerto Egmont, se presentó frente a Puerto Soledad (2 de enero de 1833). Pinedo envió a dos de sus oficiales a bordo de la Clio para requerir al capitán inglés el motivo de su presencia. Onslow, no tardó en ir personalmente a bordo de la Sarandí donde impuso al jefe argentino del tenor de sus instrucciones: por disposición de S.M.B. tenía orden de tomar las islas Falkland y concedía veinticuatro horas a Pinedo para arriar la bandera argentina y proceder a la evacuación. Las protestas del comandante Pinedo fueron inútiles. “Onslow, cortés, —frío y pulido como un hielo observa Groussac, sólo se limitó a indicar que haría llegar sus instrucciones por escrito.

El jefe de la Sarandí consideró que toda resistencia sería vana y se limitó a dejar un colono llegado con una de las expediciones de Vernet, Juan Simón, como comandante provisional. El pabellón argentino no fue arriado. Un oficial inglés se encargó de hacerlo, para remitirlo luego a bordo de la Sarandí, donde Pinedo había embarcado todas sus fuerzas.

El 3 de enero los ingleses tomaron posesión de Puerto Soledad: la usurpación quedaba consumada. Pero la corbeta inglesa no prolongaría mucho su estadía en las islas. Cumpliendo órdenes del almirantazgo dejó a un súbdito británico — el despensero irlandés Dickson— corno custodio de la bandera inglesa. La Sarandí, mientras tanto, llegaba a Buenos Aires el 15 de enero con la infausta noticia.

Con este hecho, un nuevo y prolongado período habría de iniciarse frente a la agresión inglesa: el de la reclamación diplomática, cuyas alternativas se proyectarían por espacio de casi ciento cincuenta años.

El 2 de abril de 1982, la República Argentina a través de un operativo militar, intentó restituir las islas a la soberanía nacional cumpliendo así, con un unánime anhelo del pueblo argentino.

Sin embargo los ingleses poseedores de un material bélico superior y apoyados por algunas potencias, enfrentaron a las fuerzas argentinas, que debieron rendirse el 14 de junio. Se iniciaron entonces las reclamaciones de nuestro país en los foros internacionales


http://www.portalplanetasedna.com.ar/malvinas1.htm

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